domingo, 27 de septiembre de 2009

¿Inspiración?


Por casualidad el otro día me di cuenta de que uno de los carteles (no con el que han promocionado la película en España) de la última peli (Jennifer's Body) de la que pretende ser el nuevo sex symbol, Megan Fox, es clavadito a otro de una serie que sigo, “True Blood”. Cuando digo clavadito digo clavadito, y si no fijaros:
La verdad que la película parece ser un producto dirigido al público adolescente, así que quizás no es tan casual la “inspiración” de su cartel promocional con la de la famosa serie de vampiros, tan en boga últimamente entre el público pubertoso.

Si alguien ve esta película ya me contará, porque ni por un momento he pensado si quiera en descargarla. Y después de ver que uno de sus slogans publicitarios es: “… de los creadores de Juno” se me ha esfumado hasta la posible enajenación mental transitoria que pudiera terminar conmigo delante de este ladrillo. Y es que cuando una película recurre a ese tipo de mensaje es más que evidente que poco más tiene que ofrecer. Sin haberla visto, comparar este film con la genial “Juno” es un pecado en sí mismo. Y ya que estoy hablando de ladrillos aprovecharé para recomendar “Brick” una más que curiosa e interesante trama de cine negro dentro de un entorno estudiantil (no lo he podido evitar).

Para terminar os dejo una comparativa más, en este caso una simple semejanza, de un cartel de la segunda season de “True Blood” con una peculiar película, “Choke” (Asfixia en España):








jueves, 17 de septiembre de 2009

El Coche Fardástico


Como ya comentaba en el último Momentos Truman mi Troncomóvil ha pasado a mejor vida. Y como ya se sabe que a rey muerto, rey puesto, pues hace ya unas semanas que me agencie un cochecillo que tenía por ahí el meu pare (es que él parla en Valencià). No es que fuera un coche de mi devoción, pocos lo son, pero oye, que me lleva, me trae y hasta éste frena bien. Así que mejor no mirarle el diente.

Y como no puede ser de otra forma éste ya tiene su propio nombre, se trata del Coche Fardástico. Es tope fardón, y en comparación con mi exR11 es todo un lujo con elevauñas eléctrico, perdón elevalunas (por un momento me sentí como Lobezno) y cierre centralizado, vamos ¡LA CAÑA! Y para colmo, su carrocería negra y su estilizada línea deportiva de los ochenta, parece como si de un remake de El Coche Fantástico se tratase. Así que preparaos criminales, porque el hombre que no existe en un mundo lleno de peligros ha vuelto con nosotros.

martes, 15 de septiembre de 2009

Kilo y medio de tertuliano faltón


En mi horita nocturna de zappeo compulsivo por la TDT me acabe de ratificar en un sentimiento que corría desde hace tiempo por mis entrañas. Odio, he dicho ODIO a los tertulianos. Realmente es una de las especies invasoras que están acabando con lo poco de bueno que quedaba en la televisión.

La gota que colmo mi paciencia cayó anoche mientras saltaba de canal en canal fui a parar al de
Intereconomía, donde hacían el programa de “El gato al agua”. Ya sabía, por referencias y por algún que otro encuentro fortuito, del palo y sentido político de ese canal. Hasta ahí todo correcto. No es que comulgue con esas ideas, pero ya estoy acostumbrado (muy a mi pesar, todo hay que decirlo) a que cada medio tiene su color o inclinación política más o menos marcada. Lo que me irrito de verdad fue la petulancia e ignorancia con la que se expresaron en concreto dos de los tertulianos (Alfonso Rojo y Carlos Dávila) sobre la visita de Evo Morales y la anterior de Hugo Chávez a España. No es que se trate tampoco de personajes especialmente estimados por mí, pero el tono, la socarronería con la que se refirieron a ellos descalificando su indumentaria y actitudes respiraban un tono ciertamente xenófobo. Todo ello con la complacencia y risitas del resto de contertulios. No fue hasta que otro de los presentes, cuya identidad no he podido descifrar les llamo, por decirlo de alguna forma, al orden. Fue entonces cuando el moderador expreso unas palabras de corrección sobre lo que allí se había dicho. Daba igual el daño, a mi modo de ver, ya estaba hecho.

Tengo entendido que ese es un tono habitual en el canal. Y la verdad que se escuchen salidas de tono en los programas del corazón puede ser hasta divertido y es lo que demanda su audiencia, pero en un programa al que se le presupone cierto grado de seriedad, está totalmente fuera de lugar y más si cabe por el cariz de los mismos. ¿Será acaso que es el tipo de mensajes que demanda su audiencia?

Por lo que tengo entendido, a través de una amiga periodista que trabaja en televisión, los productores, o quién sea que se encargue de eso, tienen una lista con los tertulianos disponibles, su inclinación sobre temas de interés y sus tarifas. Y de ahí ya contratan o escogen al gusto según el programa. Así me los imagino en la “Tertuliaría” pidiendo kilo y medio de tertuliano faltón, dos kilos de de derechones, dos izquierdosos y unos gramitos de sentido común, no mucho que si no la cosa queda sosa y la audiencia en el primer intermedio se esfuma.

Por suerte aún quedan reservas en la sabana televisiva de buenos programas, por lo que de vez en cuando me topo con
"El debate" de CNN+, que cosiste en un cara a cara con un moderador (José María Calleja) donde se tratan temas de actualidad con rigor, objetividad e interés.

Hale, acabo mi momento de odios por hoy.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Compartimento estanco made in Titanic


Al parecer estaba más guapo antes. Bueno, no exactamente guapo, está claro que es un decir (el que no lo ha sido difícilmente lo puede ser. Así que dejémoslo en resultón). Vamos, que da la sensación de que estaba más guapo callado (digo que será por eso que ahora no ligo nada). Así que haya calma, que si hace falta me vuelvo a mi compartimento estanco made in Titanic y todos contentos, ¿ok? Todo sea por no incomodar.

jueves, 10 de septiembre de 2009

¿Afganistán el nuevo Vietnam?


Ayer leía un artículo de opinión de Santiago Carrillo, ex secretario general del PCE, sobre el conflicto en Afganistán en el que defendía la conveniencia de la retirada de las tropas españolas de aquel conflicto y por ende las del resto de la coalición internacional que hace frente a las fuerzas Talibanes junto a Gran Bretaña y Estados Unidos principalmente.

Me hizo gracia que coincidiéramos en ciertos planteamientos que ya expuse en mi post sobre la conmemoración del 2 de Mayo. Pero aparte de esto debo decir que discrepo totalmente sobre la opción que plantea de retirada de las tropas o la no ampliación del contingente actual.

En occidente tenemos la malsana costumbre de meter la nariz en los conflictos internos de terceros países, sobre todo en los que tenemos intereses políticos, estratégicos, económicos o una conjunción de todos éstos. Para después, cuando la cosa se pone fea, salir por patas. Creo que debo indicar que la guerra de Afganistán no es lo que fue la de Irak, de la que estaba totalmente en contra. Debemos recordar que el conflicto de Afganistán se produjo como consecuencia del ataque a las Torres Gemelas de NY, no con falsas acusaciones de posesión de armas de destrucción masiva. Y también debemos recordar que la solidaridad internacional y los acuerdos de apoyo mutuo de la Alianza Atlántica (OTAN) nos empujaron a respaldar a EEUU en la lucha contra Al Qaeda en Afganistán. Y ahora, cuando aumenta el número de bajas de las tropas internacionales y saltan a la palestra las noticias de daños colaterales en la población civil, nos replantearnos la conveniencia de seguir en dicho conflicto.

Vale que se trata de un país sin democracia real, vale que es muy posible que las elecciones presidenciales hayan sido una farsa, vale que el burka, a pesar de lo que nos habían dicho, se sigue utilizando igual o más que con los Talibanes. Pero si alguien fue tan ingenuo de creerse que íbamos a evangelizar al infiel cual misioneros, o que la metralla de las bombas inteligentes es capaz de discernir entre civiles y Talibanes debería hacérselo mirar.

Con las distancias que hay entre los conflictos de Vietnam y Afganistán, que son enormes, encuentro ciertos puntos clave en común. Empezando por el rechazo social al conflicto, que cada vez se agudiza más, y continuando por la estrategia militar, que como en conflicto del sureste asiático, viene restringida por los condicionantes políticos y de opinión pública en occidente. Cierto es que no podemos estar de por vida en Afganistán, pero tampoco podemos empastarlo todo y marcharnos como si no hubiera pasado nada. No tenemos el valor político necesario para afrontar lo que el conflicto demanda, así que con seguridad trataremos de apuntalar mínimamente al gobierno y al ejército afgano, le prestaremos apoyo aéreo cuando lo requiera y transferiremos el control geopolítico de la zona a Pakistán, país ya de por si preocupado por el crecimiento del fundamentalismo islámico. Esto, ojalá me equivoque, podría acabar generando un par de estados fundamentalistas en una zona de por sí ya inestable. Y uno de ellos (Pakistán), no lo olvidemos, con armas nucleares en su arsenal.

Yo no estoy a favor de las guerras ni nada por el estilo, pero debemos ser conscientes del mundo en el que vivimos y de las sinergias que han creado nuestras decisiones y acciones en el pasado, y de las que ahora no podemos ser indiferentes. Queda muy bonito decir que debemos marcharnos de Afganistán, la guerra en la que nos metió el demonio de George W. Bush, pero a qué precio y con qué consecuencias futuras. Así que tratemos de realizar políticas reales y paguemos el precio que sea necesario para tener un futuro mejor para el mundo. Las políticas de no intervencionismo en según qué conflictos son, a mi modo de ver, pan para hoy hambre para mañana.


Imagen de cabecera extraida de Estudio Sicilia

viernes, 4 de septiembre de 2009

Una vida por estrenar


Recuerdo esa gran película, una de las mejores que he visto en los últimos años, hablo de “La vida de los otros”. Básicamente cuenta cómo un agente de la Stasi (la policía secreta de la antigua RDA - República Democrática Alemana) haciendo labores de vigilancia a una pareja va llenándose de sus vidas ante lo triste y miserable que es la suya. Es curioso que uno tenga que descubrir así que hay otras vidas de las que le gustaría ser el protagonista. Pero, y cuándo sabes que existen esas otras vidas y no las puedes alcanzar. Casi, en esos casos, creo que es mejor la oscuridad que la luz cegadora.

Por si no lo habéis notado tengo últimamente un terrible punto existencialista… Hasta me he acordado de un PowerPoint que me envió hace un tiempo un buen amigo. Antes de nada quiero dejar claro que odio las “ppts” pastelosas y lacrimógenas, en especial las de animalitos y paisajes… En esta ocasión sin embargo me la dieron con queso. El hecho de que el destinatario fuera alguien poco propenso a enviar este tipo de presentaciones me hizo bajar la guardia y hale, me la comí con patatas. La presentación era lamentable, tenía hasta una sintonía de esas de las que si tuvieras un botón de eyección remota lo pulsarías para que el compositor, el imbécil que la creo y el colega que te la envío sufrieran un síncope instantáneamente. El caso es que a pesar de la horrenda presentación el mensaje me caló. He advertido ya que estoy en las últimas fechas especialmente sensible, existencialmente hablando, ¿verdad?

Ahí va el texto en cuestión de la dichosa presentación (dar gracias que os libro de ver la original):

PRINCIPIO DEL VACÍO de Joseph Newton

Usted tiene el hábito de juntar objetos inútiles en este momento, creyendo que un día (no sabe cuándo) podrá precisar de ellos.

Usted tiene el hábito de juntar dinero sólo para no gastarlo, pues piensa en el futuro podrá hacer falta.

Usted tiene hábito de guardar ropa, zapatos, muebles, utensilios domésticos y otras cosas del hogar que ya no usa hace bastante tiempo.

¿Y dentro suyo? Usted tiene el hábito de guardar broncas, resentimientos, tristezas, miedos, etc.

No haga eso. Es anti-prosperidad.

Es preciso crear un espacio, un vacío, para que las cosas nuevas lleguen a su vida.

Es preciso eliminar lo que es inútil en usted y en su vida, para que la prosperidad venga.

Es la fuerza de ese vacío que absorberá y atraerá todo lo que usted desea.

Mientras usted está material o emocionalmente cargando cosas viejas e inútiles, no habrá espacio abierto para nuevas oportunidades.

Los bienes precisan circular. Limpie los cajones, los armarios, el cuarto del fondo, el garaje. Dé lo que usted no usa más.

La actitud de guardar un montón de cosas inútiles amarra su vida.

No son los objetos guardados que estancan su vida, sino el significado de la actitud de guardar.

Cuando se guarda, se considera la posibilidad de falta, de carencia.

Es creer que mañana podrá faltar, y usted no tendrá medios de proveer sus necesidades.

Con esa postura, usted está enviando dos mensajes para su cerebro y para su vida:

  1. No confía en el mañana.
  2. Cree que lo nuevo y lo mejor no son para usted, ya que se alegra con guardar cosas viejas e inútiles.
Deshágase de lo que perdió el color y el brillo y deje entrar lo nuevo en su casa... y dentro de sí mismo.



Después de esto que os puedo decir… Dudo entre montar un cutre mercadito en el barrio con mis cosas, meter todos mis enseres a la venta en eBay o simplemente darlos a la beneficencia. De momento sólo sé que mi casa está en venta y en 5 min. vienen los primeros que la van a visitar… La verdad que en esto no tiene nada que ver las recomendaciones del tal Joseph Newton, yo quiero seguir guardando las cosas y seguir conservando todo lo que pueda. No necesito ese vacío que para mí es un enorme agujero negro. Yo ya dejo espacio para las cosas que quiero dejar entrar, no necesito (valga la “rebuznancia”) echar la casa por la ventana, pero es lo que me toca hacer. Porca miseria.

Hasta el siguiente post, que llaman a la puerta y parece que ya están aquí…

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