Ya podemos decir que matemáticamente el Tío Lorenzo Fútbol 7 ha saboreado por primera vez las mieles del triunfo y se ha coronado con los laureles de la victoria. A falta de dos partidos para la conclusión de la liga, con la derrota en la pasada jornada de nuestro perseguidor y la consecución de la victoria en nuestro enfrentamiento con el colista, -hay que decirlo todo- ya somos CAMPEONES.
Años de fútbol llevamos en las botas todos los integrantes del equipo, unos malos, otros menos malos, siempre hemos disfrutado de este deporte y ahora lo hemos convertido en algo más. Somos, por encima de todo, una piña de buenos amigos que disfruta de la camaradería pre-partido con las coñas vía e-mail de las anécdotas del anterior partido, y sobre todo del post-partido. Las tapas de bravas y sepia, cuando no cae algún bocata, -no tantos como quisiera nuestro central David- y todo, como no, acompañado de su cerveza fresquita. Porque como decía aquel: El resultado nos da igual, nosotros hemos venido a beber. Bueno no es tanto así, pero sí que jugamos para pasarlo bien, y si encima a veces podemos ganar pues…
El germen de este equipo campeón yo lo buscaría en un equipete de fútbol sala que formo nuestro amigo Omar allá por el año 1992. -Joder, parece haber pasado un siglo, y de hecho lo ha hecho- En aquel equipo, donde ya jugábamos muchos de los actuales componentes del Tío Lorenzo (Orero, Vicente, Jordi, Rubén, un servidor) y donde yo empecé, con apenas 18 añitos, haciendo de entrenador accidental y estrenándome a mitad de temporada con la primera victoria del equipo. -Tenía que contarlo- Hoy aquel equipo de pipiolos se ha convertido en un equipo de fútbol 7 con una media de edad de unos 35 años. Hasta ahora no habíamos ganado en nada, salvo en pancheta, en incipientes principios de calvicie, canas por doquier y achaques varios. Defectos todos ellos que compensamos con experiencia y saber estar sobre el campo. -Vamos, lo que se viene conociendo como catenaccio o poner el autobús delante de la portería- En nuestra evolución antes de ser un equipo de fútbol 7 fuimos primero un equipo de fútbol del de verdad. Sí, de ese en que juegan 11 contra 11 y se corre durante 90 minutos. Porque, aunque no os lo creáis, en un pasado lejano nosotros también fuimos jóvenes. Finalmente, después de varios años en 2ª regional de fútbol y ACUDE (Liga de empresas), bajo el patrocinio del Restaurante Patos, donde cobrábamos nuestras primas en forma de cenas, y con la dirección técnica del voluntarioso Paco, acabamos reconvertidos en el equipo de F7 que somos hoy, pero con el nombre de Audedatos. Esto fue gracias al patrocinio de nuestro amigo Eduardo Chaveli, el cual también jugó en el equipo como jugador y portero, hasta que su lesión de rodilla le impidió continuar. El actual Tío Lorenzo, tiene su nombre en honor a otro de nuestros sponsors, Lorenzo. Él fue nuestro portero suplente y es el tío de nuestro lateral derecho Jordi, jugador insustituible donde los haya –no pisa el banquillo ni jarto de vino- también conocido como “El mente pegamentosa”. Para que os hagáis una idea, lo que viene a ser un trilero de la era digital.
Por un momento me he quedado pensando en eso que comentaba del pre-partido y me he puesto a releer mis palabras y debo decir que creo que tendría que haber sido sincero y haber llamado a las cosas por su nombre. Estos tipos no son camaradas, son unos HIJOS DE PUTA. -entre los que me incluyo- Eso sí, son mis hijos de puta. Los cabrones, porque no tienen otro nombre, no dejan títere con cabeza. Cualquier renuncio, cualquier traspié en el campo, un fallo cara a gol o que te regatee un rival en una situación comprometida puede llevar el escarnio público vía e-mail durante la semana siguiente. Lo que he llamado el pre-partido. Claros ejemplos tenemos empezando conmigo y mi sobrenombre: “De cero a parado”, alusivo a mi vertiginosa velocidad de juego. O bien el bautizo que le dimos a un remate único y característico de Pascual: “La pascualina”. También tenemos “El compas” en referencia al recurrente regate de Vicente, el cual dibuja perfectamente el efecto del compas sobre la hoja de papel. Eso sí, todo perfectamente ejecutado y a la velocidad del rayo. Otros pueden ser las famosas frases hechas dedicadas a miembros del equipo: “Pepe pásala”, “Orero tesorero”, “Me cago en vuestro golito” y semejantes. En otra inclasificable categoría englobaríamos los calvos de Saúl. Él es el más efectivo en esta faceta del juego. Sus años de entrenamiento pueden hacer que un buen calvo a tiempo decante el juego a nuestro favor. En el pre-partido también contamos con las viñetas gráficas de Jordi (ver nuestra web), los PowerPoint de Vicente sobre nuestras cenas de equipo y el repaso, por ejemplo, al chorreo que le hizo el único jugador femenino de la liga a Vicente, Pascual y Orero, con un regate, un sombrero y un gol respectivamente. En definitiva, se trata de unos HIJOS DE PUTA a los que quiero de verdad.
Foto del equipo en la que no están todos los que son, pero sí son todos los que están (con equipaje de verano el día que nos proclamamos campeones)
Sacrificadlo, que está sufriendo.
ResponderEliminarXiquet, me han molado un huevo las representaciones de South Park. Jordi y David se salen, aunque a Pas le falta un poco de pelusilla en la cara.
ResponderEliminarBuena crónica también.
Vicente quiere que le pongas un compás en su muñequito South Park....
ResponderEliminarMuy bueno Alex, quizás no pueda estar mejor!!! En este artículo viene reflejado todo el futbol leyenda que tenemos en nuestras piernas.... jejjejeje
Impresionante. Aún se me saltan las lagrimas. No hagas ningún cambio!!!!!!
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