En mi cuarto de adolescente tenía un cachondo diagrama de flujo para la solución de problemas, en el que uno de los pasos decía algo así como, que si una cosa está bien no la debes de tocar. Y eso justamente es lo que hice no hace mucho con una peli, para mi fetiche hasta el momento en que se me ocurrió la grandiosa idea de volverla a ver. Fue en un momento de enajenación mental en el que pretendía ganar para la causa “Kevinsmithniana” a mi sobrino de 18 añitos recién cumplidos. Ahora no vale la pena arrepentirse, lo hecho, hecho está, además mi sobrino se durmió en el sofá a los 5 minutos, pero yo aguante estoicamente mientras se me hacía pedazos uno de mis más preciados recuerdos “pseudopeterpanianos” (hoy estoy que me salgo con los palabros). Son los riesgos que tiene ser un tío enrollado.
La verdad que no soy lo que se dice un fan, FAN de Kevin Smith, de hecho no soy fan de nadie. Pero debo reconocer que me enganchan o enganchaban algunas de sus locuras filmadas. Clerks, la primera, cuando la vi me sentía un poco marciano. Todo mi entorno se deshacía en elogios. No sé si se debió a la mala calidad de la copia pirata (en aquel tiempo puro y duro VHS), o que ya me habían contado todas las gracias, incluida la mejor, la del tipo del baño. El caso es que me dejo indiferente.
Tiempo después me tope, está vez si en buena calidad, con la de Mallrats. Y que puedo decir, me hizo gracia, pero me parecía muy infantil y demasiado enfocada al público americano. Aunque el punto de estrechar la mano después de… (Tendréis que verla) tiene ese punto divertido-soez típico del cine de Smith que mola.
”Y llegamos a la que fue una de mis pelis icono y que hace pocas fechas eche por la borda, “Persiguiendo a Amy”. El cine son emociones e igual que una peli, según el estado de ánimo o tu recorrido vital, te puede llegar, otras muy buenas te pueden dejar frío. El tema es que “Persiguiendo a Amy” a mí me llego mucho en su momento. No sé por qué coño la saque del marco en el hall of fame de mi recuerdo en el que la metí, pero la jodí, bien jodida. Mirándolo bien esto es un comportamiento típico de los personajes “Kevinsmithnianos” y creo que es por eso que nos enganchan sus rollos.
He dicho antes que no soy fan de este director de culto, pero me las he visto casi todas. “Dogma”, que es la que sigue me defraudo. Venía embelesado por la de “Persiguiendo a Amy” y ésta me pareció una empanada mental llena de cameos de coleguitas cuyos honorarios, sólo por asomar la patita en cualquier otra peli, vale el presupuesto de ésta. Además, odio a Chris Rock.
Ahora sigue “Jay y Bob el silencioso contraatacan”, peli que no he visto, no me hago el ánimo la verdad. Y la infumable, e impresentable “Una chica de Jersey”. Ésta es de esas cosas que uno en su lecho de muerte recuerda con amargura. Cómo coño hice ese pastel de película, será lo que se diga el amigo Kevin cuando le llegue la hora. Baste decir que en el reparto está Jennifer López.
Clerks, la segunda, es como un intento de resucitar lo perdido, pero claramente a destiempo. Eso sí, nos deja un saco de buenas frases y guiños como esa de “de culo a boca” (ver vídeo). Y hasta yo mismo he empleado una de ellas en las frases del mes de este blog.
Y por último, por ahora, ya se prepara una nueva película (A Couple of Dicks), comentaré la que vi anoche, “¿Hacemos una porno?”. Lo tiene todo, los diálogos de comics, los guiños a star wars, el hockey, los cameos, los actores fetiche, faltan Jay y Bob pero de alguna forma los sustituyen dos adolescentes colgados ciberfrikis, el punto escatológico y por supuesto el omnipresente SEXO. Lo malo, lo único malo es el toque demasiado pastel. Son las reminiscencias de “Una Chica de Jersey”, pero incluso a pesar de ello la peli divierte, no exageradamente, pero quizás es ese retrato del perdedor al que nos tiene acostumbrados Kevin, el del currito que las pasa putas, el eslabón perdido de la Generación X, es ese el que nos engancha porque, creo, de alguna forma nos sentimos identificados con él.
Nota: No olvidar la serie “Reaper” de la que Kevin Smith dirigió el capítulo piloto y de la que poco puedo decir, ya que aunque la vi, la olvide tan pronto como apague el televisor.
He dicho antes que no soy fan de este director de culto, pero me las he visto casi todas. “Dogma”, que es la que sigue me defraudo. Venía embelesado por la de “Persiguiendo a Amy” y ésta me pareció una empanada mental llena de cameos de coleguitas cuyos honorarios, sólo por asomar la patita en cualquier otra peli, vale el presupuesto de ésta. Además, odio a Chris Rock.
Ahora sigue “Jay y Bob el silencioso contraatacan”, peli que no he visto, no me hago el ánimo la verdad. Y la infumable, e impresentable “Una chica de Jersey”. Ésta es de esas cosas que uno en su lecho de muerte recuerda con amargura. Cómo coño hice ese pastel de película, será lo que se diga el amigo Kevin cuando le llegue la hora. Baste decir que en el reparto está Jennifer López.
Clerks, la segunda, es como un intento de resucitar lo perdido, pero claramente a destiempo. Eso sí, nos deja un saco de buenas frases y guiños como esa de “de culo a boca” (ver vídeo). Y hasta yo mismo he empleado una de ellas en las frases del mes de este blog.
Y por último, por ahora, ya se prepara una nueva película (A Couple of Dicks), comentaré la que vi anoche, “¿Hacemos una porno?”. Lo tiene todo, los diálogos de comics, los guiños a star wars, el hockey, los cameos, los actores fetiche, faltan Jay y Bob pero de alguna forma los sustituyen dos adolescentes colgados ciberfrikis, el punto escatológico y por supuesto el omnipresente SEXO. Lo malo, lo único malo es el toque demasiado pastel. Son las reminiscencias de “Una Chica de Jersey”, pero incluso a pesar de ello la peli divierte, no exageradamente, pero quizás es ese retrato del perdedor al que nos tiene acostumbrados Kevin, el del currito que las pasa putas, el eslabón perdido de la Generación X, es ese el que nos engancha porque, creo, de alguna forma nos sentimos identificados con él.
Nota: No olvidar la serie “Reaper” de la que Kevin Smith dirigió el capítulo piloto y de la que poco puedo decir, ya que aunque la vi, la olvide tan pronto como apague el televisor.