sábado, 17 de octubre de 2009

Tío Lorenzo Masters Poker Series


Ayer hicimos la segunda timba de poker organizada por Carlllord, con la participación activa del Tío Lorenzo F7 (TLF7). Yo pensaba que sería una noche aciaga como en la primera partida de poker que organizamos, en la que fui eliminado el segundo, pero esta vez éramos el doble y el sistema de competición incluía dos partidas clasificatorias para la final. En la primera me fundieron de inmediato, como si de un tranchete en el microondas se tratara. Pero en la segunda partida, la que hacía de repesca, me alce como ganador de mi mesa en una disputada final contra mi amigo y compañero de banda en el TLF7, Jordi. Y allí estaba, clasificado para la final. ¡¡INCREIBLE!!

La final sería otro cantar, nos clasificamos los campeones de cada mesa y de las respectivas repescas (por orden: Carllord, un servidor, Miguelón, Pas y Rubén). El favorito sin duda era Carllord que es el promotor de la timba y el que había ganado en su mesa y en la mesa de repesca en la que participo. En juego estaba la devolución del dinero para el tercer clasificado (5€), el doble para el segundo (10€) y sesenta euracos para el primero. La verdad que la plata era lo de menos, estar en la final ya era todo un privilegio sin contar lo bien que lo pasamos en la cena de pizzas, los descansos entre partidas y la emoción de éstas.

En la gran final Pas nos abandono, era demasiado tarde para él. Serían las 4 de la mañana y al día siguiente el TLF7 tenía su primer partido de la temporada, y hay que currárselo que tenemos que revalidar el título de campeones. Seguíamos por lo tanto cuatro jugadores, incluido yo que como estoy lesionado me podía permitir trasnochar. La tensión era máxima y tal vez por ello las manos fueron al principio de cierto tanteo, y el juego, la verdad bastante conservador. Yo procuraba ir arañando fichas de aquí y de allá, mientras trataba de que los dos fieras, Carlllord y Miguelón, no se cascaran de mi línea de juego (anárquica totalmente, pero eso ellos no lo sabían). Rubén después de salvar una situación crítica y dar la sensación de salir adelante cayo finalmente desplumado. ¿Quién sería el siguiente?

Hacía rato que me deje aparcados los Gin Tonics, había que estar concentrado al máximo ya que para entonces teníamos una situación, en cuanto a número de fichas bastante equilibrada, sin contar la azul (válida por 100 puntos) de más que tenía Carlllord como recompensa de sus dos victorias de mesa anteriores. En unas manos Miguelón fue perdiendo fuelle y en una jugada decisiva, donde la virgen, tantas veces esquiva, se me apareció en forma de un trío de dieces con los que iba a dejarlo fuera de la mesa. La cosa ya sólo era de dos, el temido, a pesar de la ridícula pajarita que lucía al cuello, Carlllord y el que suscribe este relato.

Para entonces la ciega se había disparado y la partida se acabaría convirtiendo prácticamente en un duelo a la carta más alta, una pena. Yo para entonces atesoraba más fichas que Carlllord, gracias al “all in” que me jugué con Miguelón.

Es ahora cuando recuerdo el sobrecargado cubata que me puso Senri en la primera mesa en la que jugué (eso me pasa por ponerme en la manos del malo bajito de Érase una vez el hombre). Y en la confusa mano donde deje fuera de juego al Orero en la mesa de la repesca. La suerte, cosa rara (no hay más que leer mis Momentos Truman), parecía acompañarme y hasta llevarme de la manita… Al precipicio, claro está. Porque a Carlllord lo llegué a tener a tiro, se jugó un “All in” al que ahora, en frío, pienso que no debí entrar. Pero la presión por acabar, Rubén el que ponía la casa, recogía como en los bares cuando suben las sillas a las mesas intentando deshacerse de la mesa que parece haberse traído en los bolsillos el tubo de Loctite abierto. Eso, junto, todo hay que decirlo, las ganas de ganar hicieron que me precipitará y no jugará con cabeza esa mano que acabo ganándola él, e invirtiendo la balanza de fichas. Además, al poco supo esquivar sabiamente la emboscada que trataba de tenderle con una pareja de reyes. Ese sería mi último cartucho, porque en la siguiente oportunidad que tuvo de tumbarme no perdono. Sin duda gano el mejor. Por algo hizo triplete, tres mesas jugadas tres victorias. Enhorabuena, ¡crack!

2 comentarios:

  1. Jajaja, ya me ha contado Carl que te fundió.
    Por cierto ¿el malo bajito de erase una vez el hombre? Seras!.. no te digo a quien te pareces (siempre lo he dicho, jajja)

    El cubata estaba perfecto, lo que pasa es que eres UNA NENAZAAAAAA!!

    ¡Un abrazo y hasta la proxima!

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  2. Cabrón, lo has clavado!! La verdad que me parezco en esa foto a Chuck! La madre que me parió. Yo toda la vida diciendo que soy el clon de Russell Crowe y y resulta que no, que soy el héroe de Desaparecido en Combate y Texas Ranger, cómo mola!!

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