jueves, 16 de julio de 2009

Taxistas verdes, brotes a medida y unos trajecitos


















Ando últimamente que flipo con nuestra suciedad… Perdón, sociedad. El otro día sin ir más lejos montaba en un taxi y volvía a tener una de esas experiencias en la tercera fase para las que parece tengo imán. Aunque en esta ocasión creo tener algo de culpa, ya que suelo ser bastante enrollado y si el taxista de turno me da palique pues le hago barra que dicen en Centroamérica. En peninsular sería que le doy pie para conversar. El caso es que empezamos hablando de banalidades hasta que, a raíz de un medio comentario que hicieron por la radio que se escuchaba de fondo, el hombre se me descolgó con que llevaba un año sin pegar un polvo. Ese fue el arranque del discurso misógino que comenzaba y que yo, sin saber muy bien cómo podría acabar, trate de lidiar con la mayor diplomacia de la que soy capaz (vamos mucha) y con algo de hipocresía, tengo que reconocerlo. Joder, yo, ni nadie creo que esté preparado para subir a un taxi una noche de domingo y que al minuto el conductor se te ponga a detallar que su última novia no se la chupaba, pero bien que disfrutaba de los cunníngulis que él le practicaba. Y creo que no era plan de empezar a decirle lo que realmente pensaba de su record de cuatro años sin pegar un polvo, ¿no os parece?

La verdad que siempre he escuchado hablar mal del colectivo de taxistas y yo mismo los he puesto a bajar de un burro. Eso sí creo que con motivo, ya que tengo un estigma infantil por culpa de uno que me timo siendo aún un chaval con unos 12-14 años. Mi madre me dejo en un taxi con las indicaciones de que me llevará a una dirección donde se celebraba el cumpleaños de un amigo del colegio. El tipejo aquel me dio el paseo padre mientras aseguraba desconocer la dirección. Desde entonces no me sorprende que timen a invidentes sin ningún escrúpulo, como ya demostró un programa de televisión poniendo como cebo a un actor que se hizo pasar por invidente.

Otra experiencia que tuve en este servicio público es la de un taxista que empezó a rajar a dos travestís que quisieron compartir el viaje conmigo (porque creían que íbamos en la misma dirección)… Al tío le falto tiempo para ponerlos a caldo y pasarse después, sin venir mucho a cuento, a pelar todo el proceso de la igualdad, las mujeres en la policía, el ejercito etc. No sé si sería coincidencia o qué, pero me dirigía justamente donde había quedado con una amiga que por aquel entonces era cabo del ejército.

Pero el no va más fue uno en Madrid que al compas de la Cope me soltó una frase que va a marcar mi existencia. “Los culpables del cierre de las empresas son los sindicatos.” Ahí es ná. Ese día llevaba mi disfraz de ejecutivo porque estaba en una feria en IFEMA (la Feria de Madrid) y creo que eso le debió de motivar. Yo todavía no me lo explico, a pesar de que la cita iba seguida de un razonamiento que acabo dejándome más perplejo sí cabe.

El resumen de este rollo de los taxistas es que creo que no son ni tan malos, ni tan buenos. Si no que al fin y al cabo son el reflejo de la sociedad en la que vivimos. Me pregunto si supiera sueco o danés y subiera a un taxi en uno de esos países, qué me comentarían sobre temas de igualdad, corrupción o sexo. La verdad que ahora mismo pensar en subir a un taxi dirección a la Ciudad de la justicia, el puticlub más conocido de la ciudad o simplemente a la tintorería a llevar unos trajes me da pánico por si el taxista me saca el tema Camps o el fichaje de CGR7 (Cristiano Gilipollas Ronaldo). Mi diplomacia y mi hipocresía (creo que es poca, aunque imposible de eliminar por completo) tienen un límite. De verdad que a veces pienso que en el complejo de distribución genética del universo mí ADN se traspapelo y fui a parar a un país latino cuando lo mío eran los renos, por no decir las suecas, y las sirenas del puerto de Copenague.

Al fin y al cabo lo que me pasa es que no puedo entender que seamos tan pardillos de pasar por alto asuntos como el de Camps (por poner un ejemplo cercano de corrupción), nuestro President de la Generalitat Valenciana con su amiguito el bigotes. Da igual de la tendencia política que seamos, ese tipo de chanchullos deberíamos considerarlos intolerables aunque traten de convencernos de que el delito de cohecho impropio, del que se le imputa, es poco menos que un error tipográfico de la ley. O la chorrada para generar ilusión y tratar de revertir los comportamientos derivados de la crisis económica mediante alusiones a supuestos brotes verdes, más propios de la revista “Mi Jardín” que de unos políticos serios. Y la puntilla a todo esto son los desorbitantes y aplaudidos fichajes del Real Madrid, pagados con un multimillonario crédito aportado por dos entidades bancarias españolas (Banco Santander y Caja Madrid). Creo que no hace falta que recuerde que estas entidades forman parte del mismo sistema bancario que cierra el grifo del crédito a familias y empresas. Todas estas cosas son los que me hacen plantearme si debería bajarme del taxi imaginario en el que andamos todos subidos y buscar a pie otro camino diferente.

Ahora es cuando recuerdo la envidia sana que me entra los martes con el programa de “Españoles por el mundo” que pasan por “La 1”. Ver gente que ha encontrado su sitio en el mundo y son, aparentemente felices, es bonito pero te hace pensar si dónde estás es donde debes estar. A pesar del calor que estamos sufriendo este verano no creo que lo mío sea el frio del norte de Europa, pero tampoco creo que pueda aguantar todo lo que se cuece en esta “suciedad”. Así que o me meto en una burbuja y como Guillermo Toledo en “El otro lado de la cama” voy por ahí gritando eso de “… soy un niño melón, niño melón…”, o acabo de buscar donde encajo de verdad.


A continuación un anuncio de Caja Madrid (una de las entidades bancarias que dio el crédito al Real Madrid C.F. para sus fichajes) que empecé a ver justo después de la concesión del polémico préstamo al Real Madrid C.F.:



¿Acaso el departamento de Marketing de Caja Madrid estaba tratando de compensar una posible mala prensa?

2 comentarios:

  1. Ahora me hace un resumen de 2 líneas... no sé como se ha pasado del cunilingus a cristiano ronaldo.

    Supondré que debe haber alguna relación de fondo, no sé... el calor.

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  2. Sí, la verdad es que he dado muchas vueltas para acabar hablando del tipo del brillito labial, pero se tratabade un cúmulo de historietas que tenía la necesidad de vomitar.

    Gracias por sufrirme. ;o)

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